Con la baja temperatura de los últimos días, el dorado está comenzando a comer, aunque todavía de una manera no tan firme en cuanto al pique. Excepto cuando utilizamos señuelos -los que provocan un ataque feroz y violento del dorado-, para los amantes de la carnada hay que tener mucha paciencia en cuanto al pique, que es bastante desconfiado y remolón por estos días, y muchas veces nos hace pensar que se trata de otra especie y perder la pieza.

Los bagres amarillos van aumentando su porte y cantidad a medida que se afirman los días fríos, y las bogas de buen tamaño siguen hambrientas por la zona -algo no tan común en esta estación-. Mientras esperamos que el río Paraná en nuestra zona llegue a su punto máximo de caudal de agua para desbordar las lagunas interiores, «poblar de carnada» los cursos del delta y así poder disfrutar del dorado en su plenitud, seguimos pescando en Rosario, con OCEANIC TRAVEL. Los esperamos…

Lucas Gabriel Santangelo – Guía de Pesca en Rosario.

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