Amigos pescadores y seguidores de El Boletin del Pescador les cuento que partimos desde Capital Federal  a Victoria (Entre Ríos) con la idea de poder capturar los muy buenos surubíes que estaban sacando al garete y los dorados en bait.

Salimos de la guardería alrededor de las 10 de la mañana, y luego de 10 minutos ya estábamos haciendo los primeros tiros con señuelos, cabe destacar que las zonas de pesca son en su mayoría bajas que van de 1.5 mts hasta 2 metros, por eso es conveniente utilizar muñecos de paleta corta y media.

Con los primeros intentos ya registramos algunos piques, algo que nos emocionaba y nos daba la pauta que iba a ser un terrible día de pesca. Siguiendo el recorrido y aun sin capturas pero si con algunos piques de doraditos, llegamos a una costa baja y arbolada, donde empezamos a registrar algunas capturas, en su mayoría eran palometones que se le animaban a señuelos casi tan grandes como ellas, hasta que logro meter el primer doradito de la jornada.

Con la idea fija del dorado, pudimos meter algunos doraditos más, pero estaban reacios a agarrar los señuelos, así que decidimos que sería hora de hacer un párate en la isla, reponer fuerzas, comer un asadito, y guardar pilas para la noche.

Luego de los sándwiches de vacío y bondiola, ya estábamos de maravilla, eran alrededor de las 16 horas, nuestra idea era hacer unas horitas más de señuelos y luego darle toda la noche al suru.

Luego de recorrer algunos lugares muy buenos, pero con saldos negativos, llegamos a una corredera fatal, entonces pusimos señuelos de media agua y empezamos a tener respuestas, todos comenzamos a obtener piezas, en su mayoría doraditos de hasta 2 kilos, con alguno que otro destacable, pero que con la correntada de la corredera, cualquier doradito parecía una vaca de la zona, ¡era algo fabuloso!

Luego de un rato de buena acción donde pudimos izar unas diez piezas, decidimos cambiar de corredera y así acercarnos al point de los surus. Era una corredera muy pronunciada, aunque solo nos dio dos capturas más, lo que estuvo muy bueno, e impensable, al lado de la correntada en la orilla veíamos movimientos muy bruscos, entonces a Nico se le ocurre poner una goma e instantáneamente empezaron a picar las tarus a menos de dos metros de la embarcación, era algo maravilloso, un tiro y a los 5 segundos una taru salía de la vegetación y te picaba.

Ya casi las 20 horas y era prácticamente de noche, entonces decidimos dejar los artificiales y encarar la noche para tirarle al surubí, con morena, plomito pasante de 30 o 40 gramos y anzuelos cojudos.

Ni bien llegamos todos bajamos las líneas y ni pasaron 10 minutos que ya estábamos teniendo las primeras respuestas, Brian con un espectacular suru de 7 kilos, el guía Álvaro con otro más chiquelo y Nico con un hermoso pico pato, era el point.

Ni bien terminaron las primeras capturas, el pique se cortó por completo, parecía muerto el rio, increíble.

Pasamos por algunos otros lugares con algún que otra captura de cachorritos chicos y la variada de rio atrevida que se le mandaba a la morena sin asco.

Ya eran casi la 11 de la noche, entonces decidimos regresar a la isla y reponer fuerzas con el fueguito y unos mates calientes. Mientras esto sucedía dejamos las cañas encarnadas en el agua, fue así cuando una llevada lenta pero firme pasa en mi caña, y luego de un rato nos deparo una hermosa raya de rio, la cual se chupaba en el fondo y era como un enganche, pero que pudimos capturar y liberar rápidamente, además de la raya Brian pudo capturar otro cachorro hermoso.

Ya estábamos recuperados y con fuerzas para realizar otra pasada de surus. Llegamos a unos pozones de 8 a 10 metros de profundidad, tirando hacia la isla y dejando que la línea se acomode en el pozo era algo fantástico, muchos cachorros que picaban, muchas piezas, en su mayoría medianas de 3 a 5 kilos, pero era increíble, llegando a realizar varios dobletes de capturas simultáneamente. El rato de locura fue de poco más de una hora, donde los 4 teníamos varias capturas cada uno, esto muestra la cantidad de pesca que hay en la zona. Siguió transcurriendo la noche y el frio era notable, así mismo el pique también se había cortado y era alguna chicharreada de los reels lo que nos despabilaba a todos.

Ya estaba amaneciendo, entonces el guía decide llevarnos a probar a un lugarcito que tenía reservado para probar último, ya que era cercano a la guardería pero muy rendidor.

Ya de día llegamos a un al arroyo muy prometedor que mostraba mucha actividad de sábalos y algunos doraditos saltando, entonces las cañas con anguila para el suru bajaron, y fue esperar un rato para que se puedan mostrar las capturas, todos cachorrones de no más de 4 kilos, pero con una pelea hermosa, era algo increíble, todos dobletes y hasta un triplete, era pique constante y  con corridas firmes que indicaban que los cachorros estaban comiendo. Ya con la pesca recontra hecha decidimos volvernos, teníamos pescando casi 24 horas sin un momento de descanso.

Cabe destacar que la pesca de surubíes está en un momento espectacular, decir que sacamos entre 15 y 20 capturas de cachorros de los 2 a los 7 kilos es algo fantástico, con el agregado de los dorados en bait que es algo espectacular. La pesca fue 100% con devolución, con la colaboración de Álvaro Verbauvede, de Victoria Pesca, quien incansablemente nos recorrió los 7 mares para dar con la pesca, les mando un abrazo

Agustín Szerman – Para Shop de Pesca – Facebook: Agustin Pesca


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